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miércoles, 11 de mayo de 2011

El reloj

Una cosa está clara: necesitamos el tiempo para vivir. Pero no el tiempo como ente contínuo y lineal que simplemente está ahí. Necesitamos el tiempo como unidad de medida, que controle nuestras entradas y salidas, nuestras actividades y nuestro momento de acostarnos. Y como es una necesidad imperiosa, yo te otorgo este reloj. Con él podrás viajar en el tiempo, pues nunca dejamos de hacerlo, aunque siempre hacia delante... pero ¿acaso quieres ir hacia atrás? Con él podrás poner orden en el día. Saber cuándo es de día y cuando es de noche, porque la luz del sol no nos basta para conocerlo. Con él podrás disfrutar de lo que tienes a tu alrededor, de los tuyos. Podrás conocer realmente ese tiempo tan valioso que has decidido emplearlo en otras personas y no en ti. Porque tu concepción del tiempo es totalmente distinta, es la de querer lo mejor para los demás y hacernos felices. Porque el tiempo es oro y tu tiempo mucho más, este reloj de la esperanza es para ti. Su valor está en lo que lo rodea, no en lo que es. Su valor es el que quieras darle. Porque el tiempo es algo demasiado valioso en nuestra vida, yo te doy un poco del mío. Cuando portes este reloj te acordarás de lo que significa, cuando mires la hora te acordarás de para qué sirve realmente mirar la hora. Cuando lo lleves, llevarás una parte de mí, y cuando el reloj diga una hora, no estará diciéndola sin más, estará diciéndote que te quiero. Por eso el más simple de los objetos significa para mí el más complejo e importante elemento de la vida: tiempo. Y como hay mil formas de dar un poco de tiempo, espero que sirva para empezar a poder recompensar el que has gastado en mí. Como valoro todo lo que has hecho, te doy las gracias y te digo, te quiero. 

Carta dedicada a alguien especial hoy 11 de Mayo.

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