Páginas

jueves, 9 de septiembre de 2010

Acerca de la mediocridad

Una vez escuché a alguien decir que la mediocridad es una enfermedad terminal que hay que erradicar. Lo cierto es que estoy de acuerdo, pero me sorprendió oír esa frase de una persona mediocre que se creía excepcional.

Verás, no hay nada malo en ser mediocre y no saberlo, pues no tienes nada que hacer para remediarlo. Mucho mejor es ser mediocre y saber que lo eres, pues en ese mismo momento intentarás salir del infierno de la mediocridad.

Pero la opción peor de toda estas combinaciones es ser mediocre y creer que no lo eres. Amigo, tienes un grave problema, crees que eres brillante, pero te has convertido en un fantasma de lo excepcional, has llegado un poco más lejos que una persona mediocre sólo porque te has aprovechado de muchos como tú. Eso, lo siento, pero no es ser excepcional, es ser un mediocre con una máscara fina de excepcionalidad totalmente vulnerable a la más mínima brisa. Crees que tus méritos son tuyos y la verdad es que no lo son, son fruto del cerebro de tu compañero espachurrado en el asfalto por culpa de la suela de tu bota. Ya me conozco a muchos como tú, pero... ¿sabes qué? El tiempo siempre pone las cosas en su sitio.

1 comentario:

  1. Falsedad, ignorancia, mentira, engaños... Son parte de la multitud de ingredientes que añade un mediocre, como bien dices, a su vida. Se puede ser un fracasado, asimilarlo y luchar por no serlo; ¡morir en el intento! Pero hoy en día, la mayoria de la gente es tan sumamente vaga, tan careciente de emotividad, de personalidad propia... que deciden ponerse una mascara para esconder lo que verdaderamente son. Lo peor de todo es que, por desgracia, no todo el mundo ve estas mascaras transparentes. Sólo aquellos que nos hemos topamos con estos especimenes de gente y hemos puesto nuestros cojones antes que ellos, conseguimos calarles enseguida y, ¿sabes lo mejor? que son todos iguales. Lo único que siento es lástima porque creo que no abren los ojos y malgastan su vida viviendo en su perfecto mundo egoista y salpicando a los demas de mierda que no nos concierne.

    Sin embargo, como bien concluyes, el tiempo siempre pone las cosas en su sitio.

    ResponderEliminar